¿Cómo se obtienen los hemoderivados (plaquetas, glóbulos rojos, etc.)?


Desde principios del siglo pasado la sangre es empleada como terapia, por ejemplo, en los pacientes con graves heridas de guerra. Hoy en día sabemos que son muchos los elementos que componen una unidad de sangre total y que, la mayoría de las veces, los pacientes que requieren transfusiones, ameritan específicamente alguno de ellos, que van desde los concentrados de glóbulos rojos, hasta los factores de coagulación.
     En esta ocasión hablaremos de los métodos clásicos por los cuales se obtienen algunos de los hemoderivados más conocidos.
     Cuando una bolsa de sangre recién extraída de un donante se deja reposar durante suficiente tiempo, notaremos una clara separación de un líquido ambarino-transparente y otro rojo-vino mucho más espeso. De esta forma obtendremos plasma y concentrado de hematíes (también conocido como paquete globular). Como puede entenderse, este método requiere de tiempo y muchas veces no se dispone de él. Es por ello que, para acelerar el proceso, se usan las centrífugas; estructuras rotatorias con la energía suficiente como para separar la sangre en cuestión de minutos.
     El plasma obtenido puede emplearse inmediatamente y sería lo que se conoce como plasma fresco. En caso contrario, puede reservarse para el futuro en congeladores especializados donde puede preservarse hasta por un año, consiguiéndose plasma congelado, sin embargo, hay que tomar en cuenta que algunos elementos plasmáticos son termolábiles y ya no estarán disponibles cuando el plasma se descongele (factor V y factor VIII de coagulación).



     Hoy en día, mediante una máquina especializada y un donante paciente se pueden obtener unidades de aféresis de plaquetas, sin embargo, hubo una época en la que las plaquetas se obtenían de una forma menos sofisticada: mediante un doble centrifugado, dando lugar a lo que se conoce como plaquetas estándar, mucho menos efectiva que la aféresis.
     Desde aquella época en la que la sangre total servía para todo, hasta el día de hoy, la hemoterapia avanza sin reparo. Cada día la división de los hemocomponentes es más precisa y minuciosa, lo que hace más específico el tratamiento y reduce considerablemente la posibilidad de que aparezcan efectos adversos.

     Recuerda que el contenido de MediPuerto es totalmente gratuito, pero puedes colaborar con su crecimiento haciendo clic en la publicidad.
Lecturas recomendadas: 

Referencias bibliográficas

  • Caballero-Noguéz, B., Jiménez, E. R. B., Cahuantzi-Jacobo, C., Durán, A. M., & Caballero-Flores, J. D. (2016). Sangre total reconstituida “vieja”, como alternativa de uso en exanguineotransfusión en enfermedad hemolítica del recién nacido. Gaceta Médica de Bilbao, 113(2).​
  • Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular (2015). Guía sobre la transfusión de componentes sanguíneos y derivados plasmáticos. 5ta edición. Barcelona.​
  • Nellis ME1, Karam O2, Mauer E3, et al. (2018). Platelet Transfusion Practices in Critically Ill Children. Crit Care Med. 2018 Aug;46(8):1309-1317 ​
hemoclasificacion, division, transfundir, transfusion, derivados sanguineos, laboratorio, 

Comentarios

  1. Unmm...ya sé porque el plasma no se puede usar luego que se descongela :) gracias ...más audiolibro🙏 porfavor

    ResponderBorrar

Publicar un comentario